lunes, 29 de octubre de 2012

Cerca del mar


Siempre he deseado vivir cerca del mar.
Mirar por la ventana y poder contemplar la inmensidad azul. Abrirla, notar su brisa y que todos los poros de mi piel se empapen del sabor salado de sus aguas.

Yo quiero ver el mar al despertar y no poder vislumbrar el horizonte. Pasear por la playa desierta de invierno a primera hora de la mañana. Ver cómo el sol se une al mar en un atardecer en calma. Admirar la luna llena reflejarse de color de plata en el agua oscura. Leer un libro sentada en una roca. Disfrutar del silencio, del suave murmullo de la solas al romper y chocar contra la costa. Dibujar mi nombre en la arena y que sus granos finos me acaricien la piel.


Pero vivo en un lugar lejos de la costa. Miro por la ventana y veo campos y árboles.
No vivo ni en el litoral ni en la montaña. Es tierra de nadie. Ni una cosa ni otra. Nada especial.

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