domingo, 22 de enero de 2012


Pasan los minutos, las horas... y te echo de menos.
Tanto, que cuando vuelvas notarás enfado en mi voz. 
Mis reproches te harán daño, aunque no sea mi intención lastimarte.
Porque no se controlar mi angustia cuando estás lejos.


Y no es que quiera controlarte, aunque sé que a veces tienes esa sensación.
Sólo me preocupo por ti. 
Porque no me avisas. Te marchas sin decirme cuándo vuelves.
¿Lo haces para castigarme?
¿O es que tan siquiera te acuerdas de mi?


Te amo, quizá demasiado. 
¿Es eso posible?
¿O es sólo mi deseo por poseer cada parte de ti? 
Por leer tus pensamientos, por retener tu mirada, por abrazar tu cuerpo, por tenerte sólo para mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario