sábado, 9 de julio de 2011

Tinieblas



Pensaba que ya no me daba miedo la oscuridad. Que había vencido el temor de estar sola, perdida entre las tinieblas.
Pero al mínimo descuido me volvía a caer.
Las sombras se ceñían a  mi alrededor, como un manto negro cubriendo el cielo, cada vez más oscuro.
Era una rendición; dejarse caer hacia un pozo sin fondo, del que quizás nunca lograria salir.
Diciembre 2010

No hay comentarios:

Publicar un comentario